domingo, 8 de julio de 2007

Cuentan que en una noche... cuando en la casa todos dormían, el pequeño Ernesto, de 5 años se levantó de su cama y fué al cuarto de sus padres. Se paró junto a la cama del lado de su papá y tirando de las cobijas lo despertó.
- Cuanto ganás, Papá?? - Le preguntó
- Ehhhh?? Cómo?? - Preguntó el Padre entre sueños...
- Que cuanto ganás en el trabajo??
- Hijo, son las 12 de la noche, andáte a dormir...
- Si Papi, ya me voy, pero vos... cuanto ganás en tu trabajo??
El Padre se incorporó en la cama y en grito ahogado ordenó: "Te vás a la cama inmediatamente, esos no son temas para que vos preguntes... y menos a la medianoche!!" Y extendió su dedo señalando la puerta.
Ernesto bajó la cabeza y se fué a su cuarto.
A la mañana siguiente el padre pensó que había sido demasiado severo con Ernesto... y que su curiosidad no merecía tanto reproche. En un intento de reparar en la cena el padre decidió contestarle al hijo...
- Respecto de la pregunta de anoche, Ernesto, yo tengo un sueldo de 2800 pesos, pero con los descuentos, me quedan unos 2200.
- Uhhh cuánto que ganás Papi..!! - Contestó Ernesto
- No tanto hijo, hay muchos gastos.
- Ah, y trabajás muchas horas.
- Si hijo, muchas horas...
- Cuántas, Papi??
- Todo el día hijo, todo el día...
- Ahh - Asintió el chico y siguió - Entonces vos tenés mucha plata, no??
- Basta de preguntas!! Sos muy chiquito para estar hablando de plata...
Un silencio invadió la sala y callados todos se fueron a dormir, esa noche, una nueva visita de Ernesto interrupió el sueño de sus padres... Esta vez traía un papel con numeros garabateados en la mano...
- Papi, vos me podés prestar 5 pesos??
- Ernesto, son las dos de la mañana!! - Se quejó el Papá
- Si, pero me podés...??
El padre no le permitió terminar la frase...
- Asi que este era el tema por el cual estás preguntando tanto de la plata, mocoso impertinente?? Andáte inmediatamente a la cama antes de que te agarre con la pantufla...!! Fuera de aqui... a su cama!! Vamos!!
Una vez mas, está vuelta puchereando, Ernesto arrastró los pies hacia la puerta.
Media hora después, quizá por la consciencia del exceso, quizá por la mediación de la madre, o simplemente por que la culpa no lo dejaba dormir, el padre fue al cuarto de su hijo. Desde la puerta, escuchó lloriquear casi en silencio.
Se sentó en su cama y le habló - Perdonáme si te grité, Ernesto, pero son las dos de la madrugada, toda la gente está durmiendo, no hay ningún negocio abierto, no podías esperar hasta mañana??
- Si, Papá, contestó el chico entre mocos.
El padre metió la mano en su bolsillo y sacó su billetera, de donde sacó un billete de 5 pesos... Lo dejó en la mesita de luz y le dijo - Ahí tenés la plata que me pedíste.
El chico se enjugó las lagrimas con la sábana y saltó hasta su ropero, de allí sacó una lata y de la lata unas monmedas, y unos pocos billetes de un peso. Agregó los 5 pesos al lado del resto, y contó con los dedos cuanto dinero tenía.
Después agarró la plata entre las manos, la puso en la cama frente a sui padre que lo miraba sonriendo.
- Ahora si - Dijo Ernesto - Llego justo, 9 pesos con 50 centavos...
- Muy bien hijo, y que vas a hacer con esa plata??
- Me vendés una hora de tu tiempo, Papi??